El pasado 19 de enero de 2013 barrió la Península Ibérica y no pocos árboles sucumbieron a la fuerza del viento.
Aquí les muestro los troncos de varios pinos, rota sus vidas por formidables vientos.
Eran árboles sanos y centenarios, si atendemos al conteo de sus anillos.
Las tres imágenes anteriores corresponde al mismo pino. Los anillos se han desarrollado más los que miran al sur.
Por el contrario los anillos de este otro pino han crecido proporcionalmente.
La resina que se desprende del tronco recién cortado, bien parecen lágrimas. Ciertamente que no alegraba el alma contemplar tan hermosos seres cuarteados, tumbados en el suelo.
Las fotos están hechas por la autora del blog, que autoriza su uso siempre y cuando sea por y para el bien de los árboles.
Hola Paloma, cierto hubo muchos arboles caidos y bien grandes, saludos
ResponderEliminarGracias Pedro por tu comentario. Saludos.
ResponderEliminarBuena fotografia, gracias por el detalle de autorización
ResponderEliminarMelchor, disculpa mi tardanza en responderte. Muchas gracias por tu visita y comentario, no soy yo una buena fotógrafa y además tampoco tengo unas cámaras extraordinarias, sin embargo está salieron bastante bien sobre todo por la cercanía del tronco. Un auténtico gigante que esta vez cayó por causas ajenas al ser humano... digo yo.
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