sábado, 30 de marzo de 2019

Paulownia.



           Si tuviéramos que sintetizar con una palabra nuestra experiencia con el árbol Paulwnia sería SORPRESA. 

             Descubrirlo ha sido realmente fascinante y sorprendente la generosidad que esta criatura tiene para todos. 

            Vino a nuestras vidas de la mano de los cambios que se llevan en el mundo rural sobre los suelos que llegan a ser como su crecimiento: meteóricos. De una estación a otra lo que antes fue secano o zona esteparia, se convierte en regadío o en huerta solar o simplemente se abandona.



Alineamiento de Paulownias constituyendo un magnifico cortavientos.





              Uno de estos cambios se han producido en una zona que fue de agricultura de secano y hoy apenas algunas zonas de vides y cereal recuerda lo que fue. Prolifera el monocultivo intensivo sobre todo olivo, almendro, pistacho...y en esta zona próxima a Badajoz (España), una hermosa plantación de nogales rodeada, custodiada o escoltada por una hilera de un desconocido árbol.

              Uniendo pesquisas pronto llegamos a conocer que estos escoltas eran Paulownias tomentosas, un árbol de rapidísimo crecimiento, adaptable a terrenos áridos, extraordinariamente generosos con la depuración del aire al multiplicar por diez (en comparativa con otros) su capacidad de limpiar de dióxido de carbono el aire y fabricar el doble de oxígeno. Por añadidura este visitante del lejano oriente es respetuoso tanto con arbustos como árboles autóctonos con los que no compite ni excluye, ni siquiera su sistema  radicular es especialmente lesivo y por contra urde una trama firme para sostener el suelo, solo pide crecer lejos de la sombra.




Las Paulownias rodean a los nogales.


Los árboles deshojados son nogales.




               
Paulownia tomentosa, pertenece a la familia monogenérica de las Paulowniaceae, clasificación que tras algunos titubeos parece definitiva.

Este bonito nombre de Paulownia se puso en honor a la Gran Duquesa Ana Pavlovna (1795-1865), hija del zar Pedro I. Su apellido tomentosa hace referencia a la vellosidad (tomento) que el envés de las hojas de las paulownias tienen especialmente de jóvenes.

Igualmente es conocido como el Árbol de la Emperatriz y por su nombre japonés, Kiri.

Árbol oriundo de China su cultivo está ámpliamente consolidado en Europa, América, Australia y por supuesto en Asia. 

En Japón existía la bonita costumbre entre las clases altas de la sociedad, de plantar una Paulownia cuando nacía una niña, el árbol acompañaba a la niña toda su vida hasta que se casaba, momento en que el se cortaba para fabricar algún objeto con su madera que formaría parte del ajuar de la novia.

Distintas imágenes de las hojas de Paulownias.



Detalles de hoja y frutos.





Envés aterciopelado de la hoja del Paulwnia.








Es de hoja caduca y de gran tamaño pueden alcanzar los 30 cm, están opuestas y son de forma ovada. El envés de la hoja es aterciopelado.   En otro tipo de paulownias las hojas llegan a medir 50 cm. La caída de hojas en otoño beneficia extraordinariamente al suelo por la cantidad, tamaño y calidad de la hoja rica en nitrógeno enriqueciendo suelos muy pobres y regenerando otros muy agotados. Tanto en verde como henificado, las hojas, suponen un buen forraje para el ganado, sin embargo es preferible no dejar al ganado suelto entre las paulownias pues pueden comerse parte de la corteza del árbol.

Detalle del joven tronco de Paulwonia

Señales del anclaje de hojas en una joven Paulwnia.

Troncos alineados de Paulwnias.







La madera de la Paulownia es, moldeable, resistente al fuego, aislante, no se deforma... Con ella se pueden fabricar objetos tan dispares como, instrumentos musicales, muebles, carpintería industrial, postes, puertas, cabañas, tablas de surf...  Es una madera muy apreciada y se cotiza a buen precio.    

Los suelos ideales para su desarrollo son los de base arenosa, margas e incluso los volcánicos. No admite suelos encharcados y suelos duros.

Una de las cosas que más llama la atención de este árbol y por lo que es tan apreciada en usos forestales es su rapidísimo crecimiento, a los seis meses mide casi los dos metros y de media, cada año suele crecer varios metros al año hasta alcanzar su cota de entre 20 a 30 m de altura.

Es un árbol poco exigente en lo que al agua se refiere siempre comparado con otros, si bien en los primeros estadios de su vida sí requiere buen aporte hídrico, no es menos cierto que este aporte lo requiere menos tiempo, una vez desarrollado su necesidad de agua es mínima.

Estas plantaciones de numerosos ejemplares suelen ser clones, que son más resistentes y de mejor manejo y crecimiento. Su reproducción a través de semillas es más difícil. Una vez arraigado el árbol rebrota con facilidad siendo innecesario nuevas plantaciones, el mismo caso ocurre en caso de calcinamiento total del árbol. 

Aunque en los últimos años se ha popularizado mucho su uso, tanto por sus dotes regeneradoras de suelos, purificador y descontaminate del aire que respiramos y por su uso maderable, las paulownias llegaron a la península Ibérica en la primera mitad del siglo XIX como árbol ornamental por su porte,  su abundante sombra y su exuberante y bella floración.

Paulownias en flor.





Su abundante floración es ciertamente, espectacular.


Las flores son especialmente adecuadas para que las abejas produzcan rica miel.






Se puede apreciar el tamaño de las flores de la Paulownia





Sus grandes y arracimadas flores de un suave color lila tienen además la virtud de ser meliferas, lo que supone una ayuda extraordinaria para nuestras amigas las abejas.

En multitud de artículos, opiniones y desde luego en la red de internet, encontramos alabanzas asombrosas de éste árbol, llegando a decir que puede ser la solución para los problemas ambientales que nuestro planeta tiene. 

Espíritu de Árbol considera que la solución de ese problema está donde se creó, los árboles ESTÁN y todos aportan infinidad de beneficios para que la vida continúe.





Aunque el protagonista de esta salida es ciertamente tan fascinante como generoso (con el suelo, con el ganado, con la industria, con las abejas, con el medio ambiente..) en nuestro Espíritu de Árbol no podemos establecer ningún rango entre ellos, todos los árboles merecen nuestro respeto, nuestra admiración y desde luego nuestro amor. Si a veces están en un lugar inadecuado, responsabilidad de ellos no es.







   Nota; todas las fotos fueron tomadas por la autora de éste Blog y pueden ser utilizadas por y para el bien de los árboles.