miércoles, 31 de octubre de 2012

Una Reina en peligro. (Querqus ilex)






Las apariencias engañan.

Este árbol que ven tiene una tortuosa existencia.

Hace algo más de un año, muy lejos de mi casa, campeando cerca de la Presa de Gargáligas, descubrí por azar a esta criatura. Es una encina "Querqus Ilex", una reina, que en algún momento del futuro tendrá la  majestuosa entrada que se merece. Y es ella la que me susurró que además de liberarla tendría que hacer algo más... tal vez porque está justo al lado de una gigantesca torre de alta tensión, conoce la modernidad y con ella el mundo blogger.

Sí, ella es la musa de "Espíritu de ÁRbol".


Cuando vi lo que le habían hecho, sentí un chorro de sentimientos muy feos, ira, rabia, desprecio, impotencia y otros algo mejores, compromiso, solidaridad. Entonces no pude hacer nada porque no llevaba ninguna herramienta apropiada.  En este tiempo y gracias a un magnifico amigo me hice de unas herramientas apropiadas para liberarla.


Su tronco estaba liado SIETE VECES por los alambres, unos con pinchos y otros sin ellos, de la antigua cerca de la finca ya que ahora, tiene otra cerca que se despreocupa de la encina.














Como vimos en la entrada anterior de "Arboles heridos",  el sistema vascular de los arboles (floema y xilema) está en la parte más externa de la corteza. La encina con su prodigioso sistema de defensa al encontrarse con este atentado, trata de envolver el clavo, el alambre, el obstáculo que se encuentra en su crecimiento, en un "callo" y superar el problema. Por eso en algunas imágenes vemos como el alambre desaparece como tragada por el tronco de la encina.

Si el obstáculo fuera un clavo aislado, o una herida aislada,  seguramente la encina resolvería con éxito el problema.

Pero los siete alambres al rodear totalmente el tonco produce un "anillamiento" que compromete todo el sistema vascular y con él la vida de esta joven reina.

Atar los troncos de las encinas que están en la línea de cercado de las fincas, ya sean con pinchos (hoy ilegales)  o sin ellos es un tonto atentado hacia un bien económico del propio dueño de la finca.

La consecuencia será la muerte de la encina... aunque.




Al lpie de la encina vienen brotando con una exuberancia llamativa unos cuantos chupones.


No les extrañe escuchar de algún paisano decir que el árbol nace con más fuerza, algo parecido que dicen ante podas impresentables. Otro síntoma más de una ancestral y contumaz ignorancia que desprecia a los técnicos que les aconsejan sobre cómo tratar sus propios arboles, para hacerlos más productivos y también más sanos.

Esa exuberancia viene a compensar el desequilibrio que se está produciendo en el árbol entre la masa foliar en peligro, ahogada, y la subterránea, raíces, que moviliza todos sus recursos y su esfuerzo en seguir viviendo a través de los chupones.

 ¡Pero ojo! hay especies arbóreas que ni siquiera pueden regenerar hijuelos, o incluso entre las encinas ese esfuerzo por equilibrar sus sistema vascular puede fracasar.

Aunque le quité unos cuantos metros de alambres me temo que el daño es irreparable.

IMPORTANTE

Si a alguien se le ocurre hacer lo que yo hago, es decir cortar alambres que anillan peligrosamente troncos, tengan en cuenta tres cosas:

Primera y más importante, no dañar más al árbol arrancando el "callo" que tanto tiempo le costó formar. Cortar y retirar el alambre con sumo cuidado y con herramientas adecuadas.

Segunda, ser consciente de que puede ser un delito o una falta punibles por ley, ya que estamos manipulando un bien ajeno.

Tercero, tener cuidado porque podemos resultar heridos. 

Si hubiera ido con guantes, por ejemplo, no me hubiera hecho ese pequeño rasguño con uno de los pinchos del alambre. Por encima de ese pequeño dolor, me queda el desaliento con la fundada certidumbre del mal fin de esta preciosa encina.


De todas las fotos soy la autora y pueden utilizarlas si con ello ayudan al bienestar de los árboles.


lunes, 22 de octubre de 2012

Arboles heridos





Partes del tronco de un árbol (foto de la red)               



Es un buen esquema del tronco de un árbol.  El Floema (3) y la Peridermis (4), forman parte de la corteza, una interior que es el floema y otra exterior que es la peridermis, la exterior protege al árbol de los agentes exteriores.

El floema o corteza interior, además de fabricar la corteza exterior, acarrea el alimento fabricado por las hojas hacia las raices, tronco y ramas del árbol.

El Cambium es una delgada capa que fabrica hacia dentro y hacia fuera del árbol, es decir genera células vitales en los dos sentidos.

El Xilema tiene a su vez varias divisiones, pero para no cansar les diré que la parte interna del árbol, el centro del tronco la compone una parte inactiva del mismo, (duramen) que es el soporte de la estructura. 

La parte más externa (albura) tiene doble misión, además de sostener la estructura del árbol junto al Duramen, acarrea o transporta sales minerales y agua desde el suelo a las hojas.

Por tanto lo más sensible del árbol no está en el centro de su tronco sino en la parte más externa del mismo.


Y les cuento todo esto para que vean lo terrible de las imágenes que vienen.















Las fotos anteriores, se tomaron en septiembre, en un polígono industrial de una ciudad española (de momento). Su autor me las remitió porque le llamó la atención que en la única hilera de plataneros, Platanus hispanica,  que había en la calle y a la altura del pecho, todos los troncos tenían una marca que los rodeaba.

Es como si el ignorante con un objeto cortante hubiera pelado su corteza.

Como no venían imágenes de las hojas, le pedí que me mandara imágenes de la copa de los plataneros. Es lo que ven ustedes.

A estos árboles los han sentenciado a una muerte lenta e indigna, es como si hubieran cortado parte de sus venas y eso los agotará.
El personaje que hizo esto. seguramente no pretendiera semejante mal, tal vez solo quisiera hacder un homenaje a un amor platónico o real, como esos que tatúan estúpidamente corazones y nombres en los troncos de los árboles con un "Pili te quiero" que sólo perdurará en la herida del árbol.

El hombre que dicen, es el ser más inteligente de la creación a veces se muestra como el más necio de la creación.

Las ciudades necesitan árboles, los necesitan imperiosamente, los necesitan para ahorrar energía porque atemperan, los necesita para limpiar la contaminación que nosotros provocamos, si hay árboles cerca de nuestra casa ésta se revaloriza. La inversión que la comunidad hace plantando y manteniendo sus árboles de ciudad en perfectas condiciones se ve recompensada de forma irrebatible. 

Luego hay otros parámetros inmensurables, su belleza,  el optimismo que nos dan, sus buenas energías...

Y si son necesarios en las ciudades ya ni les digo en los polígonos industriales donde no suele verse ni macetillas de geráneos. 





Sin palabras. (foto de la red)


En lo que podamos, en lo que esté en nuestras manos, cuidemos a esos amigos silenciosos llamados árboles,  porque si no lo hacemos los acabaremos llorando seremos nosotros.





Platanero (foto de la red)



Para quedarnos con un buen sabor de boca y la esperanza, comparen lo que pudo ser esa calle con sanos y fuertes plataneros.

viernes, 19 de octubre de 2012

Laurel

Niños jugando a el Corro. (foto de la red)


Si no recuerdo mal jugaba yo en la escuela  "a las filas". Consistía en que se ponían dos hileras de niñas y entre ellas  pasaba "la que le tocaba", mientras el resto cantaban a grito limpio:

A la hoja hoja verde, a la hoja del laurel
porque me he dicho mi madre cuentos hijos tiene usted,
si los tengo o no los tengo, eso no le importa a usted,
que los hijos del rey moro no se le pueden vender,
ni por oro, ni por plata, ni por punta de alfiler,
¡¡ alfiler !!

A esta no la quiero porque es pelona
a esta me la llevo por guapa y hermosa
parece una rosa parece un clavel
A la hoja hoja verde, a la hoja del laurel
¡¡ laurel!!

No entraremos en las calidades pedagógicas del juego. Aunque les pueda chocar tardé mucho en comprender que esa hoja del laurel era la misma que mi madre echaba a muchos guisos y que se guardaba en una bonita vasija de barro que mi padre regaló a mi madre cuanto estaban recién casados y que se colocaba en el topetón (repisa) de la chimenea de la cocina.


Jarra que contenía las hojas
de laurel en mi casa. (foto P.I.)




Laurel (foto de la red)


Laurus nobilis o Laurel es un árbol   oriundo del norte de Asia, aclimatado desde antiguo en la cuenca mediterránea. Alcanza los 18 m, aunque se cultiva  como arbusto,  en setos e incluso en maceta. Es de hoja perenne de color verde oscuro. Tanto en seto, como en arbusto o en árbol lo podemos encontrar en jardines, ya que su uso en jardinería es frecuente.


Laurel en maceta (foto de la red)





Condimentos para paella, en primer término
una hoja de laurel. (foto de la red)


El laurel es una especia, es decir un producto que sirve para condimentar guisos. sin embargo los usos de las hojas del laurel son muy variopinto.

De sus bayas se extrae aceite para fabricar jabones y perfumes.


Jabón de laurel (foto de la red)




Usos medicinales para molestias estomacales, reducen la hipertensión y es antiséptico.

La madera del laurel seca rápidamente, es una madera aceitosa y algo cerosa, tiene suave fragancia tanto su dureza como densidad es media, utilizándose mucho en taracea y marquetería por su agradable trabajo y su buen acabado.


Taracea de madera de laurel y pino. (foto de la red)




Reposera hecha de madera de laurel (foto de la red)



Tina de madera de laurel (foto de la red)





El laurel se conoce desde tiempos mitológicos y desde esos tiempos divinos acompaña a los hombres en su deambular por la Tierra.

Apolo dios que simbolizaba de la belleza masculina, igualmente dios de la música, de los vaticinios, certero arquero, valiente guerrero fue un conquistador empedernido, especialmente le tentaban las ninfas a las que no se cansaba de amar.

En cierta ocasión desafió a Eros en una competición de arco ganando a Eros. El resultado no le gustó a Cupido y planeó su venganza.

Dafne era una ninfa, hija del río Penneo y, según unas versiones, hija de la diosa Gea (Tierra) y de otras hija de la ninfa Creúsa,  era una dríade. es decir una ninfa de los árboles, en griego Dafne significa Laurel.  Era bella, cazadora, apegada a los ríos y a la naturaleza.

Eros lanzó una flecha con punta de oro al dios  y otra con punta de plomo a Dafne, provocando el amor ardiente en el dios y el desprecio y la indiferencia en la ninfa. Corría Apolo detrás de Dafne. que huía sin encontrar refugio en ninguna parte, cuando suplicó ayuda a la Tierra , Gea la escucho y conforme Apolo abrazaba a la ninfa la fue metamorfoseando en un árbol, en laurel.

Apolo en el momento de abrazar a
Dafne y la transformación de ella
en Laurel,  Preciosa escultura de Bernini.
(foto de la red)

Desconsolado Apolo confeccionó una corona con las hojas del árbol que desde entonces le fue  consagrado. Las coronas laureadas de emperadores, artistas, poetas, vates (adivinos y poetas), deportistas   y caídos en actos de servicio, tienen su origen en esta hermoso mito clásico. 


Representación ideal de un emperador romano.
(foto de la red)



 Napoleón  con los atributos de su dignidad
imperial , entre ellos la corona de laurel.
Pintado por Ingres.(foto de la red)



Recreación cinematográfica de la costumbre de
imponer laureadas a los héroes en el Imperio
Romano. (foto de la red)


Francisco de Quevedo, con sus distintivos
de Caballero santiaguista y laureado.
(foto de la red)



Corona de laurel para el ganador de
Formula Uno. (foto de la red)



Una corona de laurel se les ofrece a los caídos en acto de servicio.



Lanzamiento, desde un barco militar, de una corona de
laurel en honor a los compañeros muertos.
(foto de la red)



Acto solemne de la Guardia Civil, ofreciendo una
corona de laurel a sus compañeros fallecidos en acto
de servicio. (foto de la red)


Así que ya sabemos que el laurel es mucho más que una especia que nos alegra el paladar, es un árbol que como todos nos da muchas cosas, tangibles como sus hojas o su madera, intangibles como la salud y la limpieza del aire y finalmente una rica y diferente carga simbólica.


AGRADECIMIENTO

Unas palabras finales para agradecer la cálida compañía que, en la composición de esta entrada, me ha regalado Nieve, ese precioso gatito que pueden ver entre mis brazos, y con el que he tenido que escribir todo lo que antecede.





Nieve (foto de P.I.)