domingo, 24 de marzo de 2013

LA REINA DE LA DEHESA


La Reina: Se llama.

Querqus ilex o Encina, un árbol perennifolio, exclusivo del clima mediterráneo (1) y que en función de las características del terreno puede vivir en estadio de arbusto, o de árbol que llega a los 25 metros de altura.
Dehesa en verano despejada de pasto
/Foto Paloma I./

Dehesa en a finales de invierno.
Foto Paloma I.


Querqus es una palabra de probable origen celta formada por “Quer”, elegante y por “Cus”, árbol. Aunque si vamos a buscar en un diccionario encontraremos que querqus es una palabra latina que significa defensa y prohibición. Ambas pueden conciliarse y fundirse por aculturación latina como tantas otras cosas.

Hojas nuevas de este año que le han surgido a la encina.
(foto Paloma I.

Las hojas de la encina son de pequeño tamaño, ovaladas, verdes oscuras, muy duras presentando unas espinas cuando la planta de encina se desarrolla y luego en la parte baja del árbol, estando las hojas de su redondeada copa sin espinas.

La historia cuentan que las hojas de las encinas susurraban el lenguaje misterioso de los Oráculos, es decir las respuestas de los dioses a los sacerdotes.


La Encina florece a finales del invierno o/y principio de la primavera en años alternos, la encina que florece se cubre de un tono verde dorado, un manto muy apropiado para una reina.



Amentos (flores masculinas de la encina)
Foto Paloma I.




La Encina fue árbol sagrado para los pueblos íberos que la conocieron a lo largo y ancho de la península Ibérica. Actualmente su distribución, en regresión, se ciñe al cuadrante sur occidental, con puntual presencia en otros pagos. 




Vive

En la dehesa, un ecosistema de creación humana a partir de bosques de quercínias primitivo. La acción del hombre aclaró estos bosques mediterráneos, estabilizando el pastizal del que vive su ganado.

Un dato importante a tener en cuenta, si es creación humana, este ecosistema depende del hombre y eso, es peligroso. (En realidad toda la Tierra depende en gran medida del “bípedo inteligente” y eso ha sido y es altamente desequilibrador)

Volviendo a la dehesa, donde nuestra reina vive, remarcamos aunque sea obvio que sin arbolado la dehesa no existe. Tenemos una dependencia irremediable; la dehesa depende de las encinas y las encinas dependen de ese ecosistema.

El origen de la dehesa se funde en la bruma del tiempo y no deja ver con claridad qué pueblo la formó. Tenemos por un lado que ya Estrabón hablaba de que los pueblos íberos del norte se alimentaran, entre otras cosas, de pan de bellota. Pero también sabemos que los romanos conocieron y explotaron unos recursos muy similares. Y hay teorías que apuntan que la dehesa tal y como la conocemos viene como consecuencia de los latifundios que al suroeste de la Península Ibérica, nacieron al socaire de la Reconquista. Por cierto que los árabes introdujeron una de las criaturas más hermosas que tiene este ecosistema; La Bella Matadora, he tenido la suerte de ver como liquidaba en un pis pas cuatro ratones, que despavoridos, huían en direcciones opuestas.  Esta certera máquina de matar es la jineta.


Jineta en imagen de la red


Familia

Tiene nuestra reina una preciosa familia de quercíneas; el Alcornoque, Quejigos, Roble melojo, Coscoja.. Y otros que sin ser de la familia, pertenecen a su entorno aúlico como el Enebro, Algarrobo, Acebuche... Entre todos crean y conservan unas adecuadas condiciones edáficas, extrayendo nutrientes y agua de las capas profundas haciéndolas accesibles a los pastizales.



Algarrobo. (foto Paloma I.)

Además este arbolado de las dehesas, atemperan y atenúan la radiación solar. Disminuyen la fuerza del viento y evita la erosión del suelo.

Como se ve la reina y su familia trabajan incesantemente para mantener el ecosistema.


La joya de su corona.

La bellota es el fruto de la encina, un nutritivo producto que alimenta a criaturas tan indispensables para el hombre como cerdos, vacas, ovejas, cabras, caballos, toros.... Y por chocante que nos pueda parecer la bellota ha remediado hambrunas y alimentó a pueblos como vacceos, romanos, o españoles de los años de la dura posguerra civil del pasado siglo. Quiero decir que la encina nos alimenta, por si no reparan en el detalle.





La Reina tiene una extensa Corte

Además de la noble familia, la encina, nuestra reina, se rodea de una pléyade de Damas y Caballeros de muy distinta condición, aquí va una muestra:

Caballeros y Damas Vegetales: Jaras, Tomillo, Romero, Cantueso, Retama, Orquídeas, Rosa de Alejandría, Cantuesos, Gladiolos, Lirios, Peonía, Jaguarzo, Trevol Estrellado, Manzanilla,

Caballeros y Damas Hongos y Setas.

Caballeros y Damas Insectos: Saltamontes, Abejas, Mariposas, Escarabajos, Arañas, Mantis Religiosa, Cigarra, Escorpión...

Caballeros y Damas Anfibios: Tritones, Ranas, Sapos...

Caballeros y Damas Reptiles: Lagarto Ocelado, Lagartija, Culebras...

Caballeros y Damas Mamíferos; Musaraña, Gatos Monteses, Zorros, Ciervos, Jabalíes, Jinetas, Meloncillos, Conejos, Tejones...

Caballeros y Damas Aves; Trepador Azul, Abejaruco, Abubilla, Elanio Azul, Lechuza, Rabilargos, Buitres, Carboneros, Herrerillos, Águilas, Grullas...

Incluso en su extensa corte, bajo el seguro manto vegetal que procura la Encina vive una singular planta carnívora, cuyo nombre ignoro, si alguien lo sabe...


Una de las muchas flores que nacen en las dehesas, solo
que, al volverla para ver qué había dentro....



Me encontré con esta avispa que cayó en la trampa.
(Fotos de Paloma I.)





Sus enfermedades

Como todo ser vivo la encina, nuestra reina, a veces tiene problemas de salud que llegan a ser mortales cuando le atacan el Cerambyx, un gusano que horada el tronco de la encina. 

Tortrix viridana, Lymantria dispar y Malcosoma nuestria, que son orugas que devoran los brotes. 

Curculio elephas. larvas que merman la bellota.

Phytophthora cinnamomi, hongo que ataca las raíces. 

Biscogniauxia mediterránea, otro hongo que si bien ataca más al alcornoque no deja de indemne a la encina. 

Diplodia mutila, otro hongo que afecta a las hojas, la temible Seca.




Si observan, la parte inferior de esta hermosa Encina
tiene las huellas del cerambix. (foto Paloma I.)




Este otro tronco de Encina está
muy malherido y más de su mitad
enfermo por los ataques del gusano.
(Foto Paloma I.)




Aliados

Para combatir estas enfermedades y plagas, la encina cuenta con algunos caballeros de su extensa corte, como los pájaros insectívoros. Hormigas defensoras y a su vez exterminadoras de otros insectos. Mamíferos como las musarañas. Incluso los murciélagos son buenos aliados de la reina.




Beneficios económicos.

La dehesa junto a las Encinas y otras Querqus, dan alimento y cobijo de una extensa ganadería porcina, ovina, caprina, equina, bobina.. y gansos.


De estos gansos se obtiene un paté que premiaron
hasta los exquisitos franceses. Con el añadido que a
estos gansos no se les martiriza tanto.
(Foto de la red.)

El pastoreo del pastizal se completa con el aporte energético de la bellota.


El animal más apreciado y valioso en la dehesa es sin duda
el cerdo ibérico, cuya vida transcurre entre encinas.
(foto de la red) 


Y no solo del pastizal se alimenta el ganado, en años de sequía, mediante lo que se conoce como ramoneo, el ganado come las ramas bajas de la encina y las no tan bajas se cortan con ese fin, independientemente del daño que se pueda hacer al árbol por no ser época de poda. 


Ciervo ramoneando en una encina.
(Foto de la red)


Una buena reflexión sería qué hace más falta, si el ganado o  el árbol, la inmediatez del ganadero dirá que su ganado claro está. El futuro casi no existe en el mundo agrario, se va a cosecha y a mes. 

De la bellota se puede obtener harina, con parecidas cualidades a la de los cereales, existe el pan de bellota. Podemos obtener café de la bellota tostada y aún más cosas que no sabemos o que no queremos saber, porque el I+D no ha sabido caer en la cuenta, o no convino.

La madera de encina es la mejor para calentar los hogares, ya sea en forma de picón o de leña. Piensen que gracias a la encina en el pasado y en el presente nos hemos quitado muchos fríos del cuerpo. 

Pero además, la madera de encina es muy buena para construir herramientas de labranza y entre otras cosas para fabricar los badajos de los cencerros de ovejas y vacas. 

Con la ceniza de los braseros,  y hogares de leña de encina, antiguamente y a modo de lejía se utilizó para blanquear la ropa.

La corteza de la encina se utiliza para curtir cueros

Turismo, aquí también falta algo de I+D y +S.C (más sentido común). La dehesa contiene un potencial turístico formidable y multidisciplinar que, a mi modesto entender ya ha perdido una oportunidad de oro.

Y dentro del turismo, las actividades ornitológicas (avistamiento de aves), son un filón a medio aprovechar. En las dehesas pueden encontrar águilas tan escasas y bellas como la Imperial, la Real, la Culebrera, la Perdicera... criaturas aladas tan bellas como el Elanio Azul o el Buho o la Lechuza... la lista es riquísima entre residentes, visitantes, pequeños y grandes.


Un espectáculo impagable en la dehesa, ver y escuchar
los nomadeos de las grullas. Lo que ven son grullas
salvo una que es otra joya; una cigüeña negra.
(foto de la red)

Otra actividad, muy lucrativa por otra parte, que se lleva a cabo entre dehesas es la caza, tanto mayor como menor, que mueve al año un montón de dinero y por tanto de intereses. (rehúso a poner una imagen alusiva a la caza).



Enemigo

Bien mirado la dehesa y por ende la encina o viceversa, solo tiene un enemigo al que temer y ese es el hombre. Lo que Dios da, Dios quita si nos ponemos bíblicos. Si el hombre creó ese ecosistema el hombre lo destruye, lo malo es lo que viene luego.

¿se muere la Dehesa?



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(1)Distribución del clima mediterráneo.










domingo, 17 de marzo de 2013

GIRO DE 360º





Un giro de 360º es lo que ha hecho la rama de este moral, a través de la malla de alambre de la cerca. A  las personas que he preguntado, opinan que la rama sola no volvió, que presumiblemente "alguien" rectificó el camino de la misma. Yo sigo cabilando.

EL ÁRBOL DE LOS CARACOLES. BRACHICHITO

Puntos blancos en el tronco. (foto Paloma I.)

A principios del verano de 2011 comencé el entrenamiento para coger fondo e intentar hacer El Camino de Santiago. Si hacer kilómetros por caminos y andurriales campestres tiene mil y un atractivo, hacerlo por la ciudad es plúmbeo. Los primero días me aburría soberanamente. En mi ciudad lo más bonito dentro de ella son las márgenes del río y allí me dirigía yo día tras día. 

En una de estas jornadas me fijé en el tronco de uno de los árboles que adornaban un trocito de calle que tenía como unas piedrecillas blancas adosadas a su tronco. Al principio no le hice mucho caso, pero la curiosidad me hizo pararme y comprobar que eran pequeños caracoles de concha blanca.

Caracoles apiñados en una herida del tronco.
(foto Paloma I.)

No dejaba yo de vigilar, más que observar a los caracoles, cuando vinieron unas livianas lluvias, una bajada de  temperatura y los caracoles comenzaron a descender por los troncos de los árboles, cruzar la acera ,  y refugiarse en el pasto que crece en un solar sin edificar, para realizar procesos vitales ineludibles. Cruzar la acera desde el pié del tronco hasta la vegetación, poco más de un metro, suponía la muerte para los caracoles pisados inconscientemente por los transeúntes.

Caracol tratando de alcanzar el pasto. (foto Paloma I.)

Detalle de la travesía caracolera (foto Paloma l)

De los caracoles poco les puedo contar, son gasterópodos y cuando la temperatura se extrema por frío o calor se aletargan en hibernación si es invierno, en estivación si es verano. Cuando la temperatura se suavizan salen de su amodorramiento para comer y perpetuar la especie. 

Estos pequeños caracoles blancos tienen especial predilección por los troncos de los árboles que dan frutas con hueso o pepitas, pudiendo llegar a ser una plaga y poner en riesgo la vida del árbol que colonizan por las heridas que infringen a la capa madre del árbol.

Brachichitos de los caracoles. (foto Paloma I)

Árbol Botella, Brachichito, Braquiuito blanco, Esterculia o Brachychiton papulneus  así se llama nuestro protagonista.  ÁRbol oriundo de Australia, de hoja perenne, de hasta 10 metros de altura, es muy utilizado en jardinería y como árbol callejero. 

El brachichito tiene unas llamativas flores blancas acampanadas, que luego dan lugar a grandes racimos de vainas que encierran pequeñas semillas de color naranja. Los aborígenes de Australia utilizaban esas semillas como alimento y la madera para fabricar utensilios.



Hojas y fruto del brachichito.  (foto Paloma I.)



Detalle de la semilla del brachichito (foto de Paloma I)

Existen varios tipos de brachichito, de ellos hay uno verdaderamente espectaculares, el Brachychiton acerifolius. Cuando el árbol está en plena floración aparece completamente rojo y por ello se le conoce como Árbol de fuego o Árbol de la llama.

Árbol de fuego. (foto de la red)



Los otros brachichitos de la ciudad no tienen el problema de los caracoles por no estar próximos a pastizales, si bien cuando son pequeños han tenido que soportar el bandidaje propio de los gamberros del barrio. No se que divertimento tendrá tronchar un arbolito.

Un buen día veo que las baldosas junto a uno de éstos árboles está levantada, el árbol tiene un enorme tumor que al crecer las reventó.

Tumor en brachichito (foto de Paloma I.)

Detalle del tumor (foto Paloma I.)

Otro detalle del mismo tumor (foto Paloma I)


Posiblemente tenga lo que se conoce como "tumor del cuello", enfermedad provocada por una bacteria Agrobacterium tumefaciens, que impide la libre circulación de la savia y la vida de árbol puede correr peligro. Estos tumores se pueden dar en diferentes clases de árboles y arbustos.  El "cuello" es la parte del tronco que lo une a la raíz.