No hace mucho, caminando por un pequeño parque del barrio, donde por cierto vive el Avatar de Espíritu de Árbol, me deslumbró y de paso una de sus ramas bajas me despeinó, un esbelto árbol que lucía una extraña floración, extraña para mi claro es que nunca había reparado en él, llamaba mi atención.
En alguna ocasión he dicho que este blog lo hacemos entre varios, uno de esos varios soy yo, la persona que escribe y hace algunas de las fotos que ilustran las salidas, otros varios son ellos, los espíritus que viven dentro de los árboles y me inspiran a escribir y exponer, con acierto variable, lo mucho que dentro de ellos late.
Gravillea robusta conocido también como Pino de Oro y Árbol de fuego. Especie originaria de Australia, de hoj a perenne, está presente en casi todos los continentes. En nuestro país es utilizado como árbol ornamental de paseos, calles y jardines.
Debido al tamaño de sus flores que en forma de escobillas, alcanzan los 15 cm, son buena fuente de polen para las abejas, el nomadeo apícola lo tiene en cuenta.
Nuestro amigo tiene uso agroforestal como árbol protector en plantaciones de té, café y cacao, sirviendo de cortina cortavientos. En África, además, se usa como barrera entre los cultivos de maíz. En Australia, su país natal también se siembra para sombrear al ganado.
Su madera, conocida como madera de lazo por el dibujo que tiene, se utiliza para hacer muebles, paneles y suelos. Su dureza es media. También se hace carbón con su madera y sirve como combustible.
Ciertamente las flores del Pino de Oro son las más originales que yo haya visto, ni las orquideas con todo su exotismo me resultan tan sorprendentes como esta inflorescencia dorada.
